miércoles, 24 de marzo de 2010

Zaragoza aplica el Slow Traffic para aumentar la seguridad vial


El Ayuntamiento de Zaragoza tiene previsto limitar la velocidad máxima del tráfico rodado en la mayoría de sus calles a 30 kilómetros por hora antes de que finalice 2010. El objetivo es mejorar la seguridad vial y facilitar la convivencia entre peatones, ciclistas y automóviles. Será la primera ciudad española que adopte esta medida. Obviando algunas consideraciones más o menos oportunistas, hay que ponderar que todos desempeñamos diversos papeles en función de las situaciones en que nos desenvolvemos: conductores cuando nos ponemos al volante o pasajeros a bordo de un vehículo, peatones cuando caminamos las calles, ciclistas si usamos la bici (más ahora que se ha puesto de moda para trayectos urbanos con los servicios públicos de alquiler de bicicletas). Y es precisamente esta correcta asunción de roles en la que se fundamenta la medida a aplicar, la que conduce a la empatía necesaria para mejorar no sólo la educación vial, sino también el civismo y algunas conductas básicas de convivencia que se están perdiendo en nuestra sociedad actual.
El mensaje no es “hay que conducir más despacio”: deriva hacia un “hay que conducir más seguro”, con un respeto máximo hacia los demás. De esta manera Zaragoza será una ciudad todavía más humana, en el sentido de que sus calles se podrán recorrer en coche, en bici o caminando, de una manera tranquila. Y podremos decir, jocosamente, que Zaragoza es más Slow, porque seguiremos estando vivos para reírnos y ser felices.

Noticia en la Web del Ayuntamiento de Zaragoza

miércoles, 10 de marzo de 2010

Slow Family



Existe el riesgo de etiquetar en demasía como Slow actitudes y conductas que no dejan de ser un reflejo natural de hacer las cosas. Por eso, cuando el día a día refrenda lo que ciertos textos recogen como doctrinas o mandamientos a acatar, supone la confirmación de que estamos retomando el control de nuestro tiempo, de nuestra propia existencia. Cuando a la vida llegan los niños, de manera directa como hijos, o de forma más indirecta como sobrinos y otros parentescos o a través de amistades, el tiempo y las rutinas adoptan una nueva forma que lleva impregnado un aroma inconfundible que evoca al asombro cotidiano.

Este testimonio real es suficientemente revelador:
“Caminar por la calle y detenerse en los semáforos, recuperar ese tiempo de espera hasta que el disco cambia de color. Respetar los pasos de peatones, ceder el paso, andar por la derecha. Dar los buenos días atentamente a quien te cruzas en el camino. Guardar la fila para comprar el pan y atender las conversaciones, saludar, despedirse, respetar aquello de ‘dejen salir antes de entrar’. Paladear el paso del tiempo sentado en el parque junto a los columpios. Pararse ante el vuelo pasajero de los pájaros, mirar atentamente cómo caen las hojas de los árboles en otoño o cómo las hormigas laboriosas recolectan durante el estío.
La capacidad para relativizar el tiempo está en la mano de cualquier niño. Sólo tienes que ofrecerle la tuya para comprobarlo”.

Manifiesto Slow Family

miércoles, 3 de marzo de 2010

Slow-Fashion



Para muchos es un descubrimiento reciente a raíz del artículo que el pasado fin de semana apareció en algunos medios de comunicación (Heraldo de Aragón el domingo 28 de febrero, por ejemplo), que se hacía eco de las tendencias que se reafirmaron en la Buenos Aires Fashion Week. Pero en realidad, Slow-Fashion comprende algunos valores tan tradicionales como el hecho de heredar la ropa o de adaptar las prendas de una temporada a otra.
La crisis ha hecho aflorar viejas y sanas costumbres que nos reconcilian con un estilo de vida más reflexivo. La moda no podía ausentarse de estos replanteamientos. No se trata de una lucha contra el vestuario de temporada que ofrece trapos para ir a la última a costa de convertirse a veces en prendas de usar y tirar (esas costuras que apenas aguantan un uso, esos botones olvidados, las telas que encogen a la primera lavada o resultan imposibles de planchar). Es una priorización en la elección de la ropa que uno elige para que le acompañe en la vida.

Unos textos de interés sobre el concepto de Slow-Fashion:

Artículo sobre Slow-Fashion como tendencia actual en la moda, que publicó Heraldo de Aragón.
Entrada en el blog Trampas de Tinta alusivo al Slow-Fashion
Slow Fashion vs Fast Fashion en el blog Quinta Trends
Artículo en MujerHoy.com sobre el futuro de la moda