lunes, 26 de abril de 2010

“La velocidad del tiempo”, por Ángela Becerra



Un minuto puede ser un soplo de nadas o un ciclón de todos. Lo que conocemos como" nuestra edad" es el resumen de aquello que vamos depositando sobre nuestro tiempo vital, ese que iniciamos con un grito y se nos va con un silencio.
Hoy, el tiempo que nos toca vivir, poco o nada tiene que ver con el de otras épocas, porque está marcado por un hecho definitivamente nuevo: la velocidad de nuestro tiempo.
En este 2010, confundimos la urgencia con la vida. Para permanecer e incluso ser, otros decidieron que había que correr empleando el código "tiempo veloz". Nos trataron de moldear entre flashes de modas efímeras, hormigones de hipotecas y estímulos de imitaciones sin raíces ni ambiciones. Y sin tomar conciencia, nos subieron a una plataforma de histerias, con taxímetros de tarifas desquiciadas, para tratar de llegar antes a la nada.
Después de tanto vivir, uno descubre que tras esas esquinas, jaleadas de ida estúpida, existe otro tiempo; otra forma de entender la vida. Es el tiempo tranquilo, el del silencio, que valora el ser por encima del tener. Aquel que no acepta peajes por ostentaciones estrelladas en miserias vacías. Aquel que sabe encontrar el perfecto e indiscutible punto personal. Ese punto íntimo y placentero entre el coste de la decencia y el alquitranado rasante déficit de la indecencia.
Definitivamente, la vida es una cuestión de velocidad.

“The end” de la escritora Ángela Becerra

miércoles, 14 de abril de 2010

Slow Schooling y la educación emocional


Son dos conceptos que no están directamente relacionados, pero a los que une una especial preocupación por la salud y el aprendizaje de los niños de hoy, que se convertirán en los ciudadanos del mañana. El Slow Schooling o escolarización lenta, se puede encuadrar dentro del Movimiento Slow, aunque parte de su filosofía cuestiona incluso el modelo educativo estandarizado que impera en la actualidad y plantearía una reorganización de la sociedad mucho más profunda. La educación emocional es la estimulación y desarrollo de las actitudes que procuran un óptimo equilibrio emocional en pos de un mejor aprendizaje, en el que se potencien además unas habilidades que consigan completar el potencial como seres humanos. Tras toda la palabrería que puede adornar la definición de estos métodos, se sitúa la reconversión de un sistema educacional para que los jóvenes puedan aprender de verdad en un mundo con exceso de información, y recuperen una serie de valores personales y sociales indispensables para su crecimiento interior. Eduardo Punset, en su programa de televisión “Redes”, expone el valor que tiene el cuidado emocional de los niños incluso durante el embarazo, además de los beneficios que aporta, tanto sociales, como particulares para las embarazadas. Por mucho que se pueda considerar una moda más, lo que es irrefutable es que la clave de una educación para los jóvenes que forme adultos responsables, tiene dos pilares básicos: tiempo y equilibrio.

Educación emocional en los colegios